Las esculturas ensambladas de Alfonso Felipe Castañeda configuran una arqueología contemporánea que interpela las dinámicas de consumo y desecho en la modernidad tardía. En estas piezas, los objetos rescatados de su condición de despojo adquieren una nueva agencia estética y conceptual, transformándose en artefactos cargados de historia y significado.
Cada ensamblaje es un acto de resistencia: resistencia frente al olvido impuesto por la lógica capitalista que convierte lo funcional en obsoleto, lo material en desecho, y la memoria en ruinas. Las composiciones de Castañeda, al unir fragmentos aparentemente dispares, evocan las narrativas fragmentadas de un mundo en crisis, donde las conexiones entre lo humano y lo no humano se ven constantemente amenazadas por fuerzas extractivas y devastadoras.
La disposición meticulosa de estos objetos no solo evidencia una reflexión sobre las posibilidades formales del ensamblaje, sino que también sugiere una crítica silenciosa al sistema económico que define el valor de las cosas. En estas obras, un tornillo oxidado, un cable desgastado o una pieza industrial recuperada se convierten en elementos portadores de una poética propia, que nos invita a reconsiderar las relaciones entre creación, destrucción y regeneración.
El diálogo entre las piezas y su contexto revela un compromiso profundo con la memoria material y las geografías del descarte. Cada obra nos desafía a contemplar el peso simbólico de los objetos y su potencial para narrar historias olvidadas o marginadas, invitándonos a imaginar futuros alternativos donde lo que hoy consideramos desecho pueda convertirse en el germen de nuevas posibilidades.